Despedida
Esta asignatura ha sido toda una experiencia para mí.
Recuerdo el primer día de clase, pensé “puf, organización y gestión de instituciones, eso suena a aburrido”. Estaba preparada con el ordenador para comenzar a tomar apuntes, continuar siendo una máquina que se limita a escribir la explicación del profe en su ordenador, cuando, de pronto, Sergio entró por la puerta y nos dijo que cerráramos el ordenador, que solo quería que le escucháramos, dialogáramos, entendiéramos de verdad. Mi cara en ese momento fue una mezcla entre terror, porque era algo nuevo y, a la vez, de ilusión: al fin hacíamos algo diferente.
Esta clase ha sido algo completamente distinto a lo que estamos acostumbrados. He podido disfrutar de verdad al dar clase. La educación no se basa en escuchar y apuntar, sino en dialogar, compartir nuestras dudas y nuestras propias vivencias. Una de las cosas que más me han gustado han sido nuestros pequeños “trueques de saberes” o los momentos en los que todos nos levantábamos y hablábamos con el resto, como hacían en Grecia, dando cada uno la información que sabíamos sobre el tema, compartiendo anécdotas y recursos. Esto hacía que de verdad aprendiéramos, escuchándonos los unos a los otros.
Aunque el profesor es quien posee los conocimientos teóricos y debe guiarnos en el aprendizaje, muchas veces es mucho mejor poder dialogar con los compañeros. A veces tienen una perspectiva mucho más interesante que compartir, y te ayudan a entender mucho mejor.
A lo largo del curso me he preguntado constantemente por qué los profesores nos decían que debíamos cambiar la educación, nos contaban los métodos para hacerlo, nos hablaban de lo que no funcionaba, pero ellos, a pesar de quejarse tanto sobre la manera tradicional de dar clase, no hacían nada por cambiarla. Sus clases seguían basadas en eso que decían que no debíamos hacer: “Dar clase no debe basarse en leer un PowerPoint”, decían... mientras leían su presentación.
Sin embargo, esta clase no ha sido así. Ha servido para innovar. Cada vez que se hacía una propuesta, en la siguiente clase se llevaba a cabo, se iba probando para ver qué funcionaba mejor. Esto no solo me ha servido a mí como estudiante, sino también como futura maestra. Ver cómo el profe iba innovando me ha hecho pensar en qué cosas me gustaría implementar en mi propia clase, qué creo que funcionaría mejor...
El hecho de que nosotros también hayamos tenido un papel activo en la asignatura, que hayamos contribuido a formar nuestro conocimiento, la ha hecho única y diferente.
En clase todo el mundo estaba motivado, apasionado, bastante alborotado a veces jajaja. Se ha aplaudido, cantado… ¡hasta se ha hecho la ola!
Por eso, quiero despedirme de este blog con esta pequeña reflexión, porque un cachito de esta asignatura se ha quedado dentro de mí.
Gracias, hasta otra lectores!
Gracias a ti Sara por todos los momentos vividos juntass :)
ResponderEliminarTotalmente!! Me siento identificada con la sensación del inicio del cuatrimestre, pero creo que también ha sido una experiencia tan enriquecedora como original de la que nos llevamos todos un bonito recuerdo. Órale equipo!✨
ResponderEliminar