Reflexionando sobre Iván Illich
Este autor ha supuesto todo un descubrimiento para mí. Nunca había tenido una visión tan alarmante sobre lo que realmente puede estar haciendo el sistema educativo.
Desde mi perspectiva, el sistema educativo tan solo tenía buenas intenciones: estaba creado para ayudar a la sociedad, educar a las personas y ofrecer oportunidades a todos. No le veía nada malo.
Sin embargo, tras comentar el texto en clase, me he dado cuenta de que tal vez nada es lo que parece, que puede que a nuestros ojos, desde fuera, todo sea ideal (o al menos las intenciones sean las ideales), pero realmente por dentro puede ser mucho peor.
Entre las ideas de este autor, hay varias que me gustaría destacar, que me han impactado mucho y me han hecho reflexionar.
En primer lugar, ¿el sistema educativo está intentando controlarnos? ¿realmente da oportunidades a todas las clases sociales?
El hecho de que sea gratuita, ¿significa que todos tendremos las mismas oportunidades en el futuro? Al final, la gratuidad solo permite que las personas de nivel socioeconómico medio o alto, utilicen el dinero que no gastan en el colegio para obtener otros títulos o formaciones adicionales (como el título de inglés). Por tanto, no se está logrando un equilibrio de oportunidades para la sociedad, ya que las personas de nivel socioeconómico más bajo nunca podrán acceder a estos títulos adicionales o formaciones extra y siempre tendrán menos certificados. Además, el título escolar, al ser gratuito, pierde valor, y aquellos que contraten a personas, probablemente prefieran a alguien con más títulos, que alguien que Slo tenga el título de la escuela, considerado “gratuito”. La gratuidad por tanto, no garantiza que todos tengan las mismas oportunidades, por lo que la desigualdad sigue estando presente.
Ivan Illich proponía una idea muy interesante: el uso de bonos culturales para la formación. Estos bonos tendrían un dinero que permitiría a las personas acceder a los cursos que realmente les interesan, según sus gustos y necesidades. En lugar de obligar a los estudiantes a estudiar asignaturas que no les interesan, podrían formarse en áreas que les resulten más útiles y alineadas con sus intereses. Además, estos cursos estarían mucho más enfocados en preparar a las personas para su futuro trabajo, ya que tratarían temas específicos y relacionados con un empleo en particular. Así, los estudiantes podrían obtener una formación más práctica y útil para su vida profesional, además que les mantendría motivados para seguir estudiando, ya que verían que de verdad les está sirviendo para su futuro.
Al final, la educación tradicional no nos enseña habilidades específicas para un trabajo. Nos forma de manera general, pero no nos prepara realmente para el oficio que queremos ejercer. Nosotros como estudiantes, al ver que la educación actual no nos esta “sirviendo para nada”, acabamos desmotivados.
Por tanto, la educación actual se podría ver como una manera de tener el control social, ya que la educación actual no solo sirve para transmitir conocimientos, sino que también establece jerarquías, limitando la libertad individual. Por ello, el sistema educativo actual, sirve más para los intereses del propio sistema que para las personas que pasan por él.
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